Quizás te preguntes a menudo qué hacer con tu vida, qué dirección tomar. Hacia dónde dirigir tus pasos, tu mente o tu corazón. ¿No es cierto?

 

Todos queremos acertar y por eso le damos muchas vueltas a las cosas: ¿estudiar esto o lo otro? ¿con este novio o con el anterior? ¿este trabajo que me da estabilidad o este otro que me gusta? ¿tener hijos o no tenerlos? ¿los calcetines negros o los azules?

 

La vida está llena de decisiones. Es, de hecho, un decidir constante y eso es un tanto agotador. A veces por eso nos dejamos llevar por las decisiones de otros que nos dicen cómo vivir, qué pensar, lo que nos irá bien. ¿Pero de qué sirve vivir como otra persona?

 

Todos, sobre todo en la juventud, hemos ido en busca de consejo: ¿he de dejarlo con X? ¿Tú qué harías? ¿Qué puedo hacer para que Y me vuelva a querer? ¿Regalarle flores?

 

En muchas ocasiones nos hemos sentido perdidos, sin saber qué camino tomar. O nos hemos dejado llevar por el miedo para tomar decisiones y hemos acabado todavía peor de lo que estábamos.

 

Para colmo de males, la sociedad parece siempre tener una respuesta para nuestro camino personal. Nos suele decir: has de triunfar, has de tener esto o lo otro. Para ser feliz has de tener una casa, un coche, una pareja, un teléfono bien caro, más ropa de la que te podrás poner en toda tu vida y más comida en el frigorífico de lo que podrás sanamente comer.

 

¿Te suena algo de lo que te cuento?

 

La meditación nos habla de que ningún camino que no sea el tuyo te llevará al lugar que necesitas. Es lo que en otras tradiciones se llama el Tao, el Dao o el Dharma. Es decir, tu papel en la vida. El tuyo y único.

 

Todo lo contrario que lo que nos dice la sociedad, que nos despersonaliza y nos convierte casi en piezas intercambiables en la gran máquina del consumo. No en vano nos llama “consumidores”. Aunque sería más correcto llamarnos “consumidos”.

 

Por eso la meditación propone que hagas un alto en tu veloz vida, que te sientes y que te tomes tu tiempo para ver quién eres y para ver cuál es tu camino, el tuyo. Sí, no el de nadie más.

 

Quizás me preguntes ahora que cómo sabrás si has elegido bien. Y la respuesta es sencilla: sabrás si tomas buenas elecciones si sus resultados te dan paz y te hacen mejor persona. Bien sencillo. 

Es como cuando comes algo y te sienta bien, sabrás que has comido lo correcto.

 

Cuanto más paz tengas, más encontrarás tu camino y no andarás luchando cada día. ¡Qué alivio!

 

Como dice la frase: cuando encuentras tu camino, es el camino el que te lleva.

 

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Escrito por

Su pasión es compartir con los demás los beneficios de la meditación y la relajación. Su lema es: lo que es bueno lo es para todos, y lo que es malo no debería serlo para nadie. Sus libros «50 maneras de salvar tu vida» y «Felicidad, Manual de instrucciones» son de referencia en el mundo de la meditación actual. Su más reciente libro «Cómo estar relajado en un mundo confuso» está disponible en tiendas en línea a nivel global.

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