¿Quizás pensaste que esta situación complicada que estamos viviendo se iba a evaporar por el mero hecho de cambiar de año?
Te lo imaginaste, querías creerlo, te ilusionaste, todo en tu bella cabeza, y ahora ves que las cosas no son exactamente así. Que hay que continuar siendo fuertes, y eso te pilla con las fuerzas casi agotadas.
Es como si hubieras estado aguantando hasta el final del 2020 pensando que esa era la meta, y ahora resulta que la meta está más lejos. Como el mito de Sísifo: pensamos que al subir la piedra a lo alto de la montaña se habrán terminado nuestros esfuerzos, pero resulta que la piedra cae de nuevo desde la cima y hay que volver a empujarla cuesta arriba.
Solemos pensar que nuestra época es especial, y que solo a nosotros nos ha tocado vivir una situación complicada, pero a poco que pensemos vemos que este mito que nos habla de la dificultad de vivir, tiene miles de años.
Vivir nunca es algo sencillo, sino que más bien es una aventura en la que si bien hay periodos de calma y de solaz, también hay momentos complicados, de dificultad, de sueños rotos, de dolor de corazón o de enfermedades muy difíciles de sobrellevar, ¿no es cierto?
Y no solo eso, a veces también sucede que cuando aparentemente no sucede nada malo ni complicado por fuera, resulta que nos sentimos vacíos por dentro o estamos tristes o deprimidos sin encontrar el sentido de nuestra vida.
Date cuenta de esto, de que quizás en el pasado aparentemente no te pasaba nada malo, pero tu vida parecía estar seca de sentido y que aunque quizás estabas rodeado de belleza, no podías sentirla.
La meditación te enseña por un lado a descubrir la manera de encontrar una fuerza interior inextinguible, que no depende solo de ti, sino que viene del fruto del meditar: que es trascender nuestra identidad y reconocernos parte de todo.
Una vez escuché a un maestro de meditación decir: que vivir con la conciencia que te otorga la meditación es como saber que tienes siempre un hermano mayor protegiéndote en cualquier situación complicada. La meditación te hace sentirte conectado a todo y por tanto no dependes solo de tus escasas fuerzas.
Y por otro lado la meditación te hace trascender esa idea de que vivir es una lucha constante contra la vida. Mientras continuemos pensando que la vida es una lucha, estaremos siempre luchando y, por tanto, estaremos siempre sin fuerzas para comprender lo bella que la vida es.
Al trascender esa lucha, comprendiendo que tú también eres la vida y que por tanto al luchar contra la vida estás luchando contra ti, accederás a una manera de vivir más ligera e inteligente que te permitirá que siempre tengas fuerza para saber llevar los retos de tu día a día.
No me creas porque sí, comienza a reservar unos minutos en tu día a día para meditar y así vivir de una manera más consciente, inteligente y feliz.