Quizás en algún momento hayas escuchado que la meditación es una especie de panacea que sirve para todo y que, en cuanto te pongas a ella, tus problemas desaparecerán, tu ex volverá arrepentido o arrepentida y te llamarán para decirte que has sido agraciado con un Ferrari o con un jamón.

Y eso solo para empezar, porque luego ese ex te preparará todas las mañanas tu desayuno favorito y después del jamón, vendrá el salmón y….

Jajaja. ¿Dónde has escuchado eso?

Es cierto que hay todo tipo de historias sobre los poderes de la meditación, gente que levita y todo eso, pero lo de tu ex y lo del jamón las supera todas.

En fin, hablemos claro. ¿Crees que la meditación va a solucionar todos tus problemas? La respuesta es no.

Y entonces, te preguntarás, ¿para qué sirve la meditación? ¿Y todas esas historias que hay hoy sobre gente en paz y feliz?

Te voy a decir la respuesta ahora mismo para no hacerte sufrir: la meditación no te quita los problemas, simplemente hace que dejes de ver la vida como un problema.

Vas a dejar de ver problemas por todas partes: los fines de semana, los lunes, los martes, los jueves, los otoños, las primaveras. 

Vas a dejar de ver tu vida como problema, tu cuerpo como problema, tu pelo como problema, tu país como problema, los que no piensan como tú como problemas, tus padres como problemas, tu familia como problema, tu carrera profesional como problema, tus zapatos como problemas, tu casa como problema, tus arrugas como problema, el universo como problema, la muerte como problema…

Cuando empieces a meditar, a poco que te sientes en un lugar tranquilo y perseveres, vas a dejar de verte como un gran problema, a pesar de que seamos tan pequeños.

Cuando observes tus pensamientos, tus prejuicios, tus miedos, tus ansias, tus deseos, tus ganas de drama, tus ganas de ser el mejor, de triunfar, de ser alguien, de ser, en suma, quien no eres, entonces todo comenzará a cambiar.

Y tendrás tus mismos problemas, tu ex no volverá (vaya, o quizás sí, quién sabe), no te regalarán un Ferrari ni un jamón. Pero, ¿sabes qué? Ya no serán problemas, sino que formarán parte de lo que es tu vida. 

Y poco a poco te irás dando cuenta de que tu vida, tú, la tuya, no es tu problema sino tu solución.

Comienza a formar parte de tu solución, ¿vienes?

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Escrito por

Su pasión es compartir con los demás los beneficios de la meditación y la relajación. Su lema es: lo que es bueno lo es para todos, y lo que es malo no debería serlo para nadie. Sus libros «50 maneras de salvar tu vida» y «Felicidad, Manual de instrucciones» son de referencia en el mundo de la meditación actual. Su más reciente libro «Cómo estar relajado en un mundo confuso» está disponible en tiendas en línea a nivel global.

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