En estos últimos tiempos se habla bastante del teletrabajo y aunque parece un concepto normal, no deja de ser bastante raro. Pues, ¿no podemos de hablar de otras cosas que no sean TRABAJAR? No quiero decir que trabajar no sea importante, pero siéndolo, ¿no estamos perdiendo un poco la oportunidad de esta crisis?

Cualquier persona un poco sabia, sabe que las crisis son oportunidades y que si las aprovechamos en la dirección adecuada, pueden llevarnos a lugares de crecimiento personal, de lo contrario solo nos quedaremos con el sentimiento de pérdida de la realidad tal y como la conocíamos antes.

Todos conocemos a gente que se ha quedado atrapada en un sentimiento de pérdida o de revancha contra la realidad porque sus planes quedaron frustrados: su negocio, su relación, su idea de cómo la vida se iba a desarrollar conforme a sus planes. O quizás seamos nosotros los que estamos en ese lugar de resentimiento contra la así llamada realidad.

¿Sí o no?

Si nos quedamos atrapados en ese bucle no aprenderemos nada y, es más, al no aprender nada, volveremos a caer en él una y otra vez hasta que captemos el mensaje o la enseñanza.

Por eso en este post no queremos ponernos a teletrabajar tan pronto, sino que quizás podemos hablar de otros conceptos como: telesentir, telepensar, telereflexionar, telerespirar, telemeditar…

Y al hablar de estos conceptos tan solo queremos llevar la atención a que estemos abiertos a nuevas maneras de sentir, pensar, reflexionar, respirar, meditar.

Quizás hasta ahora no habías pensado en teletrabajar desde tu casa, ¿no es cierto? pero ahora has cambiado y te has adaptado y descubres otra manera de hacer las cosas. Entonces, ¿por qué no repensar algunos conceptos sobre cómo vivir mejor que no hemos cambiado desde hace demasiados años?

No se trata de cambiar porque sí, por capricho, sino porque muchos de nuestros comportamientos realmente están acabando con nosotros y con nuestra alegría de vivir.

¿Estamos amando de una manera egoísta o generosa? ¿Estamos siempre pensando en nuestra pequeña felicidad o realmente entendemos que nuestra felicidad depende de nuestra capacidad de hacer felices a los demás? ¿Llevamos utilizando desde hace demasiado tiempo sentimientos que nos dañan, como por ejemplo la ganas de vencer al otro, la ganas de vencer a todos en general? ¿Vivimos anclados en una visión del pasado que nos daña? ¿Permitimos que sea el miedo el que dirige nuestra manera de vivir?

Este es el sentido de este post, que expandamos nuestra capacidad de adaptación no solo hacia los requerimientos del sistema, sino a lo que es más importante, hacia los requerimientos de nuestro espíritu y de nuestra salud.

La práctica de la meditación te otorga el sosiego para poder mirar todos estos aspectos de nosotros mismos que podemos cambiar para poder tener una vida más abierta y hermosa.

¿Vienes a meditar con nosotros?

En Aire Fresco estamos deseando que te sumes a cambiarte a ti y, de paso, al mundo.

Compartir:

Escrito por

Su pasión es compartir con los demás los beneficios de la meditación y la relajación. Su lema es: lo que es bueno lo es para todos, y lo que es malo no debería serlo para nadie. Sus libros «50 maneras de salvar tu vida» y «Felicidad, Manual de instrucciones» son de referencia en el mundo de la meditación actual. Su más reciente libro «Cómo estar relajado en un mundo confuso» está disponible en tiendas en línea a nivel global.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.