¿No te pasa que te cansa eso de tener que ser feliz? 

Estás en tu casa tranquilamente, y resulta que sientes una angustia interior de tener que ser feliz. E inmediatamente esa tranquilidad que tenías se esfuma y eres infeliz. 

Esto sería divertido sino fuera trágico, o tragicómico. La felicidad, ¿verdad? siempre parece estar un milímetro más allá de donde estamos. Como decía la poeta Emily Dickinson: la felicidad es todo aquello que no alcanzo

No parece haber manera de que nuestra mente se crea eso de que donde está, se encuentra bien.

Esto es un signo de nuestros tiempos hiperestimulados, que nos hemos convertidos en unos adictos a las pequeñas recompensas de dopamina cada vez que suena un ping en nuestro teléfono o que alguien nos da un like en alguna red social, que cuando no lo tenemos experimentamos un auténtico síntoma de adicción.

¿A qué? La respuesta te va a sorprender. Experimentamos la adicción a nuestro estilo de vida basado en la insatisfacción constante. Es decir; si no estamos insatisfechos todo el tiempo, nunca estaremos completamente insatisfechos y no seremos felices…

Nuestra mirada ha sido educada para ver lo que falta. ¿Tengo un hogar? Es pequeño. ¿Es verano? Hace calor. ¿Tengo comida en casa? Nada que me guste. ¿Tengo salud? Sí, pero ¿para qué? 

Es importante que nos demos cuenta de que hemos interiorizado esta cultura de la insatisfacción hasta un nivel enfermizo. Y es que si bien la naturaleza es abundante y tiene una vibración adecuada para nosotros, que también somos naturaleza, en las ciudades andamos escasos de casi todo: de naturaleza, de empatía, de confianza, de cariño. No es de extrañar entonces que hayamos caído con demasiada facilidad en esta cultura que propone saciar nuestra sed, a costa de darnos siempre más sed. En nuestra app tenemos precisamente un programa dedicado a cultivar la calma interior.

Vivimos pues exiliados de nuestro hábitat natural, y así es muy difícil llevar una vida armoniosa. Por eso, si estás leyendo esto y vives en una ciudad te propongo que comiences a cambiar tus hábitos y que vayas introduciendo en tu día a día espacios de reconexión con lo natural, que intentes salir de la ciudad, que vayas cuando menos a un parque, junto a un árbol, una fuente, etc. Siempre se puede hacer algo y cualquier cambio en la dirección adecuada es siempre positivo.

También te invito a que cuando vayas a estos espacios naturales, dejes tus distracciones habituales con tu teléfono y a que reconectes con la vibración de esa naturaleza que te rodea. Te darás cuenta enseguida de que esa naturaleza también está dentro de ti porque tú también eres la naturaleza.

Como decía el sabio indio Ramana Maharshi: no hay nada malo en buscar la felicidad, el problema está en buscarla fuera y no dentro.

¿Qué te parece si pruebas lo que te comento en este post? Tan solo es una invitación, quizás te apetezca aceptarla.

Gracias por ser parte de la solución. En Aire Fresco nada nos hace más felices. 

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Escrito por

Su pasión es compartir con los demás los beneficios de la meditación y la relajación. Su lema es: lo que es bueno lo es para todos, y lo que es malo no debería serlo para nadie. Sus libros «50 maneras de salvar tu vida» y «Felicidad, Manual de instrucciones» son de referencia en el mundo de la meditación actual. Su más reciente libro «Cómo estar relajado en un mundo confuso» está disponible en tiendas en línea a nivel global.

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