Albert Einstein decía que la cosa más hermosa que podemos experimentar es el misterio, y que este es la fuente de todo el arte verdadero y de toda la ciencia. “Aquel a quien esta emoción le es extraña, aquel que no puede hacer una pausa para maravillarse y permanecer atrapado en el asombro, es como si estuviera muerto, sus ojos están cerrados.”

¿Hace cuánto que no te paras y te maravillas?

¿Hace cuánto que te despiertas cada día, vas al cuarto de baño, luego desayunas y te dispones a vivir un día más como si vivieras en un campo de trabajos forzados?

De acuerdo, si estás leyendo esto y estás en un campo chino de trabajos forzados entonces tienes razón. Pero si no es tu caso, entonces te vuelvo a preguntar:

¿Hace cuánto que das por descontada la maravillosa experiencia de la vida?

¿El increíble misterio de vivir y de compartir este planeta con miles de especies de las que no sabes nada?

¿Hace cuánto que no tienes la sensación de que vivir es una aventura increíble?

¿O que, al cerrar los ojos, no das las gracias por estar vivo, por el amor de los que te rodean, por tener salud, o si no la tienes, por las fuerzas internas para querer sanar?

Estos días de pandemia me encontré con una amiga en la calle que había estado muy enferma debido al coronavirus y me dijo:

-Toda esta experiencia, de la que no tenía claro que iba a salir, me ha hecho parar y replantearme muchas cosas.

Como llevaba máscara, solo podía ver su mirada. Y su mirada era distinta, más profunda de la mirada que yo había visto meses atrás.

Parar. Conectar con el asombro. Con el misterio. Con la experiencia de vivir.

Si has meditado alguna vez, sabrás bien de lo que estoy hablando. Al meditar, uno toma contacto con el misterio, con algo más grande y maravilloso que no sabíamos que estaba allí. Uno se transforma y es como si adquiriese otra mirada capaz de ver lo que antes era incapaz de ver.

La meditación no es algo intelectual, sino experiencial. No es lo mismo describir el mar, que bañarse en él. Ni es lo mismo describir el abrazo de un ser querido, que sentirlo.

Por eso te propongo en este post que reconectes con tu asombro, con el sentido de la maravilla de vivir, que te permitas detener tu mirada en cómo cambia la luz con las estaciones, en cómo muchas personas hacen constantemente gestos de amabilidad por pequeños que sean, en los pequeños pájaros que vuelan en las ciudades, o que te tomes tu tiempo para ir a la naturaleza, al bosque o al mar, y te redescubras en la armonía de ésta.

Muchas cosas están en juego en que cambiemos nuestra manera de vivir hacia el misterio y el agradecimiento. No se trata solo de nuestra vida, que ya sería suficiente, sino de cuidar y proteger el misterio de nuestro asombroso planeta.

Desde Aire Fresco te invitamos a que comiences a tomarte pequeñas pausas en tu día para comenzar a cambiar tu mirada, y con ella, el universo entero.

 

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Escrito por

Su pasión es compartir con los demás los beneficios de la meditación y la relajación. Su lema es: lo que es bueno lo es para todos, y lo que es malo no debería serlo para nadie. Sus libros «50 maneras de salvar tu vida» y «Felicidad, Manual de instrucciones» son de referencia en el mundo de la meditación actual. Su más reciente libro «Cómo estar relajado en un mundo confuso» está disponible en tiendas en línea a nivel global.

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